Por qué el coworking flexible es la solución al bajón veraniego
Ah, el verano en Madrid. El sol brilla, las terrazas están a tope y, de repente… tu productividad se ha ido de vacaciones sin ti. Lo entendemos perfectamente.
Si eres freelance, trabajas en remoto o estás lanzando tu propio proyecto, sabemos lo difícil que puede ser mantenerse centrado durante estos meses eternamente calurosos. Por eso, encontrar el espacio adecuado puede marcar una gran diferencia.
En Area Coworking, lo vemos todos los años: llega el verano y la gente empieza a vagar entre cafeterías ruidosas, sus pisos (a 35 grados) y esa idea poco realista de "trabajar desde el parque" (lo hemos probado… sin WiFi, sin sentido). Ahí es donde entramos nosotros.
La clave: flexibilidad
Probablemente no quieres comprometerte con una oficina a tiempo completo en julio o agosto. Tal vez te vas unos días, trabajas a medio gas, o simplemente estás improvisando un poco. Por eso nuestros bonos flexibles son la opción estrella del verano. Puedes coger un pase de 1 día, 5 días o 10 días, y venir cuando realmente lo necesites:
Para avanzar de verdad con tus tareas
Para tener una videollamada sin interrupciones (¡tenemos cabinas!)
Para huir del calor (aquí el aire fresquito y el ambiente molón están incluidos)
Y para tomarte un buen café rodeado de gente interesante
Es el equilibrio perfecto entre ser productivo y no atarte demasiado.
Un día de verano en Area
Llegas, te sirves un café, hablas con alguien sobre su startup, su perro o el mejor sitio para tomar vermú en el barrio. Te pones a trabajar en serio, haces todo lo que tenías pendiente y aún te da tiempo a irte a la piscina a las 19h. Planazo.
Y si te enamoras del sitio, oye, encantados de que te quedes a largo plazo. Pero si no, al menos ya tienes tu refugio productivo cuando lo necesites.
¿Un día de prueba gratis? Pues claro.
Si aún tienes dudas, ven a probar Area gratis durante un día. Sin compromiso. Solo buen rollo, buenos escritorios, y un espacio de trabajo que no te roba el alma.
Nos vemos en Calle Tomás Bretón 50-52. Y no te olvides las gafas de sol.